Roma se vio empapelada por pasquines que, como el salmista (88, 1) pero aplicándose a otro sujeto, cantan las misericordias de Bergoglio.
Textualmente: «¡eh, Pancho! Has comisariado Congregaciones, removido sacerdotes, decapitado la Orden de Malta y los Franciscanos de la Inmaculada, ignorado a Cardenales... Pero, ¿dónde está tu misericordia?»