por Alejandro Sosa Laprida
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Tenía pensado escribir algo acerca de Los amores de Leticia[1], la nueva Exudación Escatológica[2] de « Papa Francisco », pero dado que mucho y bueno se ha publicado ya al respecto[3], y que a decir verdad no sabría yo qué agregar a lo dicho, se me ocurrió que echar un vistazo a la reciente « gira apostólica » lésbica del humilde y misericordioso huésped de la Casa Santa Marta no estaría de más. Auténtico Lepanto invertido, con un « Soberano Pontífice » por cierto muy diferente de San Pío V como protagonista, ya que en vez de repeler al invasor musulmán le abre las puertas de par en par de una Europa moribunda y resueltamente decidida a « eutanasiarse » con toda dignidad...
Cabe destacar de este viaje dos gestos « pontificios » de hondo calado simbólico:
1. El « Santo Padre » se trajo en su Vativuelo a doce mahometanos consigo a Roma.
2. Lanzó su llamado a la invasión islámica nada menos que desde la mítica isla deLesbos, a modo de manifiesto ideológico subliminal que lleva la inequívoca rúbrica del Averno, dado que no es ningún secreto que la tierra de Safo representa de manera emblemática la ideología mortífera que promueven desembozadamente la Unión Europea y subrepticiamente el farsante que hipócritamente se cuestiona ante las cámaras del sistema: « ¿Quién soy yo para juzgar ? » …
1. El « Santo Padre » se trajo en su Vativuelo a doce mahometanos consigo a Roma.
2. Lanzó su llamado a la invasión islámica nada menos que desde la mítica isla deLesbos, a modo de manifiesto ideológico subliminal que lleva la inequívoca rúbrica del Averno, dado que no es ningún secreto que la tierra de Safo representa de manera emblemática la ideología mortífera que promueven desembozadamente la Unión Europea y subrepticiamente el farsante que hipócritamente se cuestiona ante las cámaras del sistema: « ¿Quién soy yo para juzgar ? » …
[2] Utilizo el término en sus dos acepciones de estudio de los excrementos y de ciencia de las postrimerías.
« En una decisión que sorprendió al mundo y una movida política audaz, Francisco se llevó de regreso a Roma, en el vuelo papal, a tres familias sirias. Doce refugiados en total [todos musulmanes], seis adultos y seis menores, a quienes el Vaticano ayudará a rearmar sus vidas lejos de las bombas que destruyeron sus casas. La acción del Papa significó un llamado de atención a la dirigencia política europea, incapaz de enfrentar la peor catástrofe humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial[1]. »
Europa se halla
sumergida por la inmigración de masa musulmana. La situación es tan explosiva
que no se ve como podría evitarse que tarde o temprano se produjera una guerra
civil. Pero Francisco hace la apología del inmigracionismo. Y tan
descaradamente que no vacila en
culpabilizar a los europeos y en pedir perdón a los inmigrantes por la
« mala acogida » que se les reserva en Europa, lo cual, además de ser
totalmente falso, contribuye a reforzar la hostilidad y el desprecio de los
inmigrantes musulmanes hacia esa horrible sociedad « racista », blanca y cristiana, que
tan mal los recibe:
« ¡Demasiadas veces no los hemos acogido!
Perdonen la cerrazón y la indiferencia de nuestras sociedades que temen
el cambio de vida que su presencia requiere. Tratados como un peso, un problema, un costo, sin
embargo, ustedes son un don[2]. »
Sin embargo
nadie ignora que los refugiados son alojados, alimentados, vestidos y curados
gratuitamente en toda Europa y que no sufren ningún tipo de maltrato. Desgraciadamente,
no puede decirse que exista reciprocidad en el respeto de parte de las hordas
musulmanas hacia los nativos del viejo mundo:
« Alemania vive con estupor e indignación el
goteo de denuncias, hasta noventa ya, presentadas por mujeres víctimas de
agresiones sexuales y robos durante la Nochevieja en las proximidades de la
estación central de trenes de Colonia, donde se encontraban reunidos alrededor
de un millar de inmigrantes, que se coordinaron para llevar a cabo estos
delitos, además de al menos un violación y un número importante de robos[3]. »
El flujo masivo
incesante de migrantes mahometanos es celebrado por Francisco, quien para
designar a Dios utiliza maliciosamente una expresión típicamente islámica, la
« basmala »[4],
y afirma imperturbable que la inmigración es fuente de « encuentro entre
culturas y religiones diversas »…
« Son el testimonio de cómo nuestro Dios [!!!] clemente y misericordioso sabe transformar el mal y la injusticia que sufren
en un bien para todos. Porque cada uno de ustedes puede ser un puente que une a
pueblos lejanos, que hace posible el encuentro entre culturas y religiones diversas, un camino para
redescubrir nuestra humanidad común[5]. »
Francisco saludando a
inmigrantes en un centro de refugiados de Lesbos[6]
Los cristianos
son degollados, crucificados y masacrados en muchos países islámicos. Sin
embargo, Francisco no dice nada al respecto, no mueve un dedo para impedir el genocidio,
cuando su inmensa influencia internacional podría ser decisiva para obtener la
protección de las minorías cristianas. Y además
se trajo de Lesbos a Roma doce inmigrantes musulmanes en su vuelo papal. Ningún
cristiano. Dato geográfico revelador de la manipulación inmigracionista: Lesbos
queda a solamente 10 km. de Turquía y a 1200 km. del Vaticano. Según Francisco,
Europa, continente que según las previsiones demográficas será mayoritariamente
musulmán dentro de veinte o treinta años, debe abolir las fronteras y aceptar
de buen grado la invasión de los mahometanos:
« Vosotros, habitantes de Lesbos, demostráis
que en estas tierras, cuna de la civilización, sigue latiendo el corazón de una
humanidad que sabe reconocer por encima de todo al hermano y a la hermana, una
humanidad que quiere construir puentes y rechaza la ilusión
de levantar muros con el fin de sentirse
más seguros. En efecto, las barreras crean división, en lugar de ayudar
al verdadero progreso de los pueblos, y las divisiones,
antes o después, provocan enfrentamientos[7]. »
Para Francisco
Europa no se define por ser la cuna de la civilización cristiana, sino la
patria de los « derechos humanos » laicos y masónicos:
« Europa es la patria de
los derechos humanos,
y cualquiera que ponga pie en suelo europeo debería poder experimentarlo[8]. »
La Europa revolucionaria
de los « Derechos Humanos » anticristianos rechazó a Cristo y persiguió
a la Iglesia. Pues bien, tiene ahora en el Islam su merecido castigo. No quiso
cristianizar a África durante la era colonial en nombre del principio masónico de
la « laicidad » del Estado: pues ahora los africanos y los árabes se
encargarán de islamizarla. Actualmente, la Unión
Europea combate encarnizadamente el
matrimonio natural y las familias numerosas en nombre del feminismo, del
homosexualismo y de la gender theory:
los musulmanes se ocuparán de rellenar el gigantesco bache demográfico de este
continente otrora cristiano el cual, víctima de una ideología mortífera y de un
enceguecimiento culpable, cava alegremente su propia tumba…
Y para ello
cuenta con la inestimable cooperación de « Papa Francisco »,
principal agente revolucionario del planeta y promotor acérrimo del mundialismo
laico, multiculturalista e inmigracionista…
Según Francisco,
los musulmanes son « hijos de Dios »:
« No hice ninguna selección entre cristianos y
musulmanes. Estas tres familias tenían los papeles en regla, los documentos en
regla, y era factible. En la primera lista, por ejemplo, había dos familias
cristianas, pero no tenían los documentos en regla. No se trata, pues, de un
privilegio; estas doce personas son también
hijos de Dios.
El “privilegio” es ser hijos de Dios, esto es verdad[9]. »
Pero cualquier cristiano medianamente
instruído sabe perfectamente que eso es una mentira colosal: sólo
los bautizados son hijos de Dios, elevados a la vida sobrenatural por la gracia
divina. Los demás hombres son solamente creaturas de Dios, llamadas a volverse
hijos de Dios por la fe en Jesucristo. Si todos fueramos « hijos de
Dios », ¿qué sentido tendría el anuncio del Evangelio ? ¿Qué sentido
tendría el bautismo ? Podrían citarse infinitos pasajes de
la Sagrada Escritura o del Magisterio de la Iglesia para demostrar el carácter
falaz de los dichos bergoglianos. En aras de la brevedad, veamos lo que al
respecto nos ha dado a conocer el Espíritu Santo a través del discípulo amado del
Señor en el prólogo de su Evangelio:
« A los
suyos vino, y los suyos no lo recibieron. Mas a todos los que lo
recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios; los
cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios. » (Jn. 1, 11-13)
No es la primera vez que Francisco sostiene esta
patraña públicamente. A modo de ejemplo, recordemos sus palabras en el Vídeo del Papa del mes enero de este
año, en el cual presentaba simultáneamente símbolos católicos, judíos,
musulmanes y budistas a la vez que afirmaba desvergonzadamente:
« Muchos piensan distinto, sienten distinto, buscan
a Dios o encuentran a Dios de diversa manera. En esta multitud, en este abanico de religiones hay una sola certeza que tenemos para todos:
todos somos hijos de Dios[10]. »
La filiación
divina es un don sobrenatural que el hombre recibe por la fe en Jesucristo. Si
todos los hombres fuesen hijos de Dios, quedaría abolida la distinción entre el
orden de la naturaleza y el orden de la gracia, entre el Creador y la creatura,
y estaríamos en pleno panteísmo. Ahora bien, hay innumerables textos de
Francisco que demuestran su adhesión al inmanentismo evolucionista gnóstico, en
la línea del jesuita apóstata Pierre Teilhard de Chardin:
« Dios
es luz que ilumina las tinieblas y que aunque no las disuelva hay una chispa de
esa luz divina dentro de nosotros. En la carta que le escribí recuerdo
haberle dicho que aunque nuestra especie termine [!!!] no terminará la luz de Dios que
en ese punto invadirá todas las almas y será todo en todos[11]. »
« Yo
creo en Dios, no en un Dios católico; no existe un Dios católico, existe Dios.
Y creo en Jesucristo, su Encarnación. Jesús es mi maestro, mi pastor, pero Dios [Negación implícita de la
divinidad de Nuestro Señor], el Padre, Abba, es la luz y el Creador. Éste es mi Ser
[El cual es, por consiguiente, divino][12]. »
La herejía
sostenida públicamente por Francisco es patente, pero resulta que nadie se
inmuta. Lo cual es por cierto consternante, pero fácilmente explicable. Esta
situación absurda se debe a que todo el mundo está completamente idiotizado
por más de medio siglo de « ecumenismo » y de « interreligiosidad »
conciliares. Sin embargo, quien adhiriese a las palabras de Francisco, habría
dejado ipso facto de profesar la fe
católica. Objetivamente, esto es incuestionable. Pero sucede que el grado de
incultura religiosa es tal que nadie se percata de ello y que la inmensa
mayoría de los neo-católicos conciliares no percibe la incompatibilidad
radical que existe entre el catolicismo y la « religión ecuménica
conciliar », la cual se evidencia en Francisco con claridad meridiana…
Francisco es un
agente activo del mundialismo religioso y político al servicio del proyecto
iluminista de las Naciones Unidas.
Las fronteras deben desaparecer, las naciones deben abdicar su soberanía en provecho
del mundialismo ecológico, tanto los pueblos como los individuos deben perder
su identidad y su memoria, sometiéndose al « multiculturalismo » y al
« inmigracionismo. »
Con el episodio
de Lesbos hemos asistido a un capítulo más de la maléfica obra de devastación
espiritual, cultural y social ejecutada por el falso profeta argentino quien, en una suerte de espeluznante Lepanto
invertido, abrió las puertas de Europa al islam conquistador, con el
añadido altamente simbólico de haber perpetrado su fechoría nada menos que
en la isla de Lesbos, la cual representa universalmente el homosexualismo, cuya
dictadura ideológica hace estragos en el mundo cristiano ante el silencio cómplice
de Francisco…
Porque es bien
sabido que el pecado, la ofensa a Dios y la condenación eterna carecen completamente
de sentido para la fe gnóstica y naturalista de este ídolo de las masas
descristianizadas. Lo único que cuenta para este ser insensato es resolver la
« cuestión social » y proteger nuestra « casa común ». A este
respecto, vale la pena citar tres declaraciones efectuadas hace pocos días en
las que Francisco abogó una vez más por la implementación global del mundialismo socialista y ecologista:
« Un verdadero planteamiento ecológico debe
integrar medio ambiente y justicia, escuchando el
clamor de la tierra y el grito de los pobres[14]. »
« El cambio climático supone uno
de los principales desafíos
actuales para la humanidad; para afrontarlo se requiere la solidaridad de todos[15]. »
« Esto es lo que me ha venido en mente
-concluyó- Y ¿cómo se puede lograr? Simplemente siendo conscientes de que todos
tenemos algo en común, de que todos somos
humanos.
Y en esta humanidad nos acercamos para trabajar juntos. ‘‘Pero yo soy de
esta religión, yo soy de esta otra...’’
¡No importa! Todos adelante para trabajar
juntos. ¡Respetar a los demás! Y así veremos el milagro de un desierto que se
convierte en bosque[16]. »
Lo único que
importa, para este hombre cuya impiedad supera todo lo imaginable, es erradicar
la pobreza, instaurar la « justicia social » y combatir el
« cambio climático ». La pérdida de la fe, el laicismo, la pornografía,
el aborto, la eutanasia, el « matrimonio » homosexual, la
« teoría de género » y demás abominaciones de nuestras sociedades occidentales
« pluralistas » y « democráticas » no parecen inquietar
demasiado al impostor argentino.
Salvar el
planeta del « cambio climático » y construir la sociedad
multicultural y sincretista del Nuevo
Orden Mundial luciferino, edificado sobre las ruinas humeantes de la
civilización cristiana apóstata, tal parece ser el principal objetivo
perseguido por este siniestro gurú mundialista, el cual se presenta falazmente
ante el mundo como si fuera el Vicario de Nuestro Señor Jesucristo en la tierra,
cuando en realidad no se trata más que de un vil impostor, un miserable
usurpador de la Sede petrina, un esmerado y diligente precursor del Anticristo…
Para mayor información acerca de « Papa
Francisco »:
[4] La basmala es una fórmula ritual islámica con la que se inician las
suras o capítulos del Corán y dice así: En
el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso : https://es.wikipedia.org/wiki/Basmala
[8] Ibidem.
[11] Entrevista
con Eugenio Scalfari el 24 de septiembre de 2013, publicado el 1 de octubre en La Repubblica.
[12] Ibidem.